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21 de julio de 2025 | 07:00Agrivoltaicos en cerezos: energía solar y agricultura se unen contra la crisis hídrica
En Teno, Región del Maule, existe un piloto que busca compatibilizar cultivos frutales con generación fotovoltaica, optimizando recursos hídricos y mejorando la calidad de exportación. El proyecto es liderado por el Centro de Energía de la U. de Chile y SERC.
En la comuna de Teno, Región del Maule, se implementó un sistema agrivoltaico sobre un huerto de cerezos que permite, simultáneamente, producir fruta de exportación y generar energía solar. La iniciativa, impulsada por el AgrivoltaicLab del Centro de Energía de la Universidad de Chile y respaldada por SERC Chile, busca transformar el modelo agrícola frente a los efectos del cambio climático, especialmente la escasez de agua.
El proyecto es desarrollado junto a la empresa NobleFruit S.A., la firma de ingeniería Cenit, el consorcio hídrico tecnológico COTH2O y cuenta con financiamiento de CORFO. La instalación consiste en una estructura elevada de paneles solares con sistema de seguimiento, que se adapta al movimiento del sol y permite el paso de maquinaria agrícola bajo su sombra.
“Este es uno de los primeros proyectos en el país que combina generación energética con producción frutícola en un mismo espacio. Estamos evaluando en terreno los efectos del sombreamiento en parámetros clave como el calibre y color de la fruta, consumo hídrico, y respuesta del cultivo frente a eventos extremos”, señaló Rodrigo Palma, director de SERC Chile.
Sombra que protege y produce
Los paneles solares permiten reducir la radiación directa, bajando la evaporación y, por ende, el requerimiento de riego. Parte de la energía generada se utiliza para operar una bomba centrífuga de 22 kW que alimenta el sistema de riego del predio, mientras que el excedente se inyecta a la red eléctrica bajo el modelo de NetBilling, generando ingresos adicionales para el productor.
Desde el punto de vista técnico, el sistema mide variables como humedad y temperatura del suelo, fotosíntesis, viento y radiación solar. La información se compara con una zona control sin cobertura fotovoltaica, permitiendo generar evidencia científica para futuras aplicaciones.
Según Marcia Montedonico, investigadora del Centro de Energía, esta tecnología es “altamente replicable en zonas agrícolas con estrés hídrico o expuestas a olas de calor, pues permite mantener condiciones microclimáticas más estables y beneficiosas para el cultivo”.
Tendencia internacional
La agrivoltaica no es exclusiva de Chile. Experiencias similares en Francia, Japón y California han demostrado que este enfoque permite mantener la productividad agrícola mientras se diversifica la matriz energética. En algunos casos, como en viñedos del sur de Francia, se ha registrado un aumento en el contenido de polifenoles y una mayor resiliencia ante sequías prolongadas.
En este contexto, Chile se suma a una tendencia mundial que busca integrar soluciones sostenibles en el agro, particularmente relevante en una industria frutícola que enfrenta crecientes exigencias ambientales desde los mercados internacionales.




