Puertos chilenos toman la delantera en el mapa logístico de Vaca Muerta

El repunte de eficiencia portuaria en Chile —con Puerto Coronel como el terminal de contenedores con mejor desempeño del país y N.º 40 mundial según el CPPI 2024— acelera la integración con Neuquén, Argentina.

El Container Port Performance Index (CPPI) 2024 del Banco Mundial y S&P Global colocó a Puerto Coronel como el terminal de contenedores con mejor desempeño de Chile y N.º 40 a nivel mundial. En un ranking dominado por gigantes asiáticos, el salto chileno tiene lectura inmediata al otro lado de la cordillera: más eficiencia y menor tiempo en puerto en la puerta de salida al Pacífico para la cuenca neuquina.

La integración ya ocurre en cifras: este año, los depósitos fiscales y aduaneros de Neuquén superaron los 6.000 contenedores movilizados, y casi el 60% se canalizó por puertos chilenos, con Coronel a la cabeza. “Hemos consolidado una alianza estratégica con ellos”, señaló Natalia Muguerza, ejecutiva del Depósito Fiscal y Aduanero de Neuquén, aludiendo a un vínculo que nació con la fruticultura y hoy se expande a insumos y equipos que acompañan el crecimiento de Vaca Muerta. 

Eficiencia que se traduce en ventanas comerciales

Coronel respalda su posición con agilidad operativa: mantiene un promedio cercano a 100 movimientos de contenedores por hora y reporta picos superiores a 900 movimientos por turno en naves de gran porte. Esa productividad reduce estadías, mejora la confiabilidad de itinerarios y permite atender buques de ~3.000 TEU en cuatro turnos, un diferencial cuando las campañas de fruta y los embarques industriales necesitan precisión “just in time”. 

Además de contenedores secos, Coronel amplió su infraestructura para carga refrigerada, clave para frutas, pesqueros y alimentos del sur de Chile y para la fruta del Alto Valle que busca el Pacífico para llegar a Asia y EEUU. 

Las inversiones en conexiones simultáneas y capacitación técnica apuntan a elevar los volúmenes reefer durante la temporada 2024–2025 y 2025, reforzando la complementariedad agroenergética de la macrozona.

Tren frigorífico en el sur: la pieza que faltaba

Chile prepara un tren de carga refrigerada entre Victoria y los puertos del sur, pensado para bajar costos y tiempos en fruta, alimentos y materiales industriales. Para Neuquén y Río Negro, esa vía agrega capilaridad: más alternativas intermodales para insumos y equipos de Vaca Muerta y exportaciones que buscan navegar por el Pacífico con menor huella logística. 

Vaca Muerta está redefiniendo mapas logísticos del comercio exterior: si bien el grueso del crudo mira al Atlántico con proyectos de ductos y Bahía Blanca/Ingeniero White, la puja Pacífico–Atlántico se intensifica con puertos chilenos presentando proyectos de ampliación de capacidad y calado, y participando en encuentros binacionales para captar cargas de petróleo, gas y manufacturas. Para la fruta y los alimentos del Alto Valle, el Pacífico ofrece tránsitos más cortos a mercados asiáticos; para la industria energética, agrega flexibilidad táctica. 

Mirada de negocios: tres efectos inmediatos

• Costos y tiempos: mayor productividad (CPPI y 100 mov/h) baja el costo por TEU y reduce ventanas de zarpe perdidas.
• Riesgo distribuido: combinar salidas por Pacífico y Atlántico mitiga disrupciones (clima, congestión, slots).
• Calidad en frío: más capacidad reefer sostiene inocuidad y condición de arribo en fruta y proteína, clave para precio final.

Con Coronel liderando en eficiencia y Biobío–sur sumando infraestructura, el flujo Neuquén–Chile se perfila como columna vertebral para cargas agroalimentarias e industriales. Si el tren frigorífico y otras inversiones logran madurar, el Pacífico consolidará una ventana competitiva para el Alto Valle y para la industria de servicios que orbita Vaca Muerta.