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29 de octubre de 2025 | 06:13Coronel: Principal terminal del Biobío busca captar 25 mil contenedores refrigerados de la temporada frutícola
Cercanía a zonas productivas, capacidad multipropósito y nuevas inversiones en infraestructura eléctrica y áreas refrigeradas SAG–Aduana permiten a Puerto Coronel recortar tiempos y costos frente a la saturación de la zona central.
Puerto Coronel salió de Fruittrade 2025 con un mensaje directo para productores y exportadores del centro-sur: el Biobío puede ser el “primer puerto” para la fruta del Maule y Ñuble cuando se trata de eficiencia, cercanía y confiabilidad.
La empresa informó que para esta temporada busca movilizar cerca de 25.000 contenedores refrigerados —más de 150.000 toneladas de fruta fresca entre manzanas, peras y berries— apalancados en infraestructura reefer reforzada y una nueva zona refrigerada SAG–Aduana que habilitará procesos de crossdocking con estándares equivalentes a USDA y SENASA.
La propuesta logística descansa en un dato geográfico que impacta el costo total puesto destino: desde Chillán hay solo 133 kilómetros hasta Coronel, contra 395 kilómetros hasta San Antonio. Menos tramo terrestre significa menos flete, menos riesgo y menor huella de carbono.
En paralelo, Coronel sostiene una operación multipropósito capaz de atender desde contenedores reefer hasta carga fraccionada, con niveles de productividad que lo han instalado como el terminal de contenedores con mejor desempeño del país. En el Container Port Performance Index 2024 —elaborado por el Banco Mundial y S&P Global— el puerto del Biobío ocupó el puesto 40 a nivel global y fue el número 1 de Chile en eficiencia operativa.
El contexto también empuja a diversificar rutas. La concentración de la fruta del centro-sur en los puertos de Valparaíso eleva la exposición a cuellos de botella: alrededor del 70% de los contenedores de Maule y Ñuble se despachan por esa región, mientras que apenas un 7% sale por el Biobío, con participación todavía acotada de Coronel.
En temporada alta, los tiempos de espera en la macrozona central y eventos de marejadas que obligan a detener faenas han sido documentados por la prensa y el propio ecosistema portuario, lo que abre espacio a alternativas más cercanas al origen productivo.
Para capturar esa carga, Coronel duplicó su capacidad de conexión eléctrica para equipos reefer y anticipó la puesta en marcha de un recinto refrigerado con control conjunto SAG–Aduana orientado a fruta fresca y otros perecibles. El objetivo es dar un servicio “puerta a puerto” competitivo para cerezas tempranas, arándanos, carozos y pomáceas, con capacidad de responder a peaks y ventanas comerciales estrechas. La estrategia considera además flujos transcordilleranos: desde Coronel ya se consolidan cargas agroindustriales de Neuquén —manzanas, peras y jugos— con destino a América Latina, Estados Unidos y Europa.
El potencial del centro-sur es significativo
Solo Maule y Ñuble superan los 120 mil contenedores anuales en exportaciones —vino, manzanas, cerezas, kiwis y berries—, de los que una fracción mínima utiliza aún la salida por Biobío. Con mayor oferta de plugs reefer, procesos fitosanitarios y aduaneros in situ y ventanas marítimas consistentes, Coronel apuesta por elevar su participación y convertirse en un nodo natural para la fruta que hoy recorre cientos de kilómetros hacia el norte antes de embarcar.
“Cercanía, productividad y estabilidad operativa” es la tríada que el terminal propone como antídoto frente a la saturación estacional y a las restricciones climáticas de la zona central. Para productores y exportadores, el cálculo es práctico: menos kilómetros al puerto, más turnos efectivos de nave y capacidad reefer disponible en la región significan competir mejor en mercados donde horas y grados de pulpa hacen la diferencia. El ranking CPPI 2024 y las inversiones recientes apuntan en esa dirección.


