Noticias Frutícolas
4 de noviembre de 2025 | 05:50Agricultura inteligente acelera la modernización del kiwi en China
Un nuevo centro en Zhouzhi integra clasificación óptica, escaneo NIR y almacenamiento inteligente para fruta “lista para comer”, con foco en calidad trazable y marca premium.
China está llevando el kiwi a una nueva fase de industrialización con tecnología aplicada a todo el ciclo productivo. En Zhouzhi, provincia de Shaanxi, se inauguró un Centro de Demostración de Desarrollo Integrado del Kiwi que ilustra el rumbo: una línea de seis carriles proveída por TOMRA fotografía cada fruto 240 veces para detectar defectos, mientras el infrarrojo cercano mide dulzura interna, firmeza y materia seca.
Cada caja recibe un código único para asegurar trazabilidad desde el huerto al mercado y cimentar la promesa de una marca premium. La apuesta se completa con 20.000 toneladas de almacenamiento en frío “inteligente”, capaz de mantener la temperatura con variaciones menores a ±0,5 °C, lo que minimiza deshidratación y sostiene oferta fuera de temporada con fruta “lista para comer”.
El proyecto no busca ser una suma de máquinas, sino una cadena integrada que abarque desarrollo varietal, siembra estandarizada, clasificación y logística de frío inteligentes y construcción de marca. En paralelo, la región ha lanzado nueve líneas de actualización que incluyen mejoramiento genético, procesamiento, agricultura digital y manejo fitosanitario.
La Estación Experimental de Ciencia y Tecnología Agrícola de Zhouzhi —fundada en 1956— lidera la selección de nuevas variedades; su banco de germoplasma alimenta programas para fruta de mayor calibre, más dulce y con resistencia a plagas y sequía. Entre los hitos se expande el ‘Cui Xiang’, con más de 150.000 mu en Shaanxi (≈10.000 ha) y 300.000 mu a nivel nacional; además, se instala un laboratorio conjunto China–Nueva Zelanda enfocado en resistencia al cancro y tolerancia a bajas temperaturas, y se programan huertos de demostración con 16 prácticas estandarizadas que van desde fertilización de fórmula hasta control biológico.
Meixian, otro polo del kiwi en Shaanxi, muestra efectos medibles de la agricultura inteligente. Con NWAFU, Qifeng Fruit desarrolló un sistema digital que integra datos climáticos, de suelo y de crecimiento con IoT y modelos de inteligencia artificial para un flujo “monitoreo–decisión–ejecución”.
El resultado: 30% menos uso de agua, 25% menos fertilizantes, 35% menos pesticidas y 10% más rendimiento por mu. La misma compañía impulsa un modelo de “dividendos de tres niveles” que estandariza parcelas de baja eficiencia y reparte beneficios entre cooperativas y operadores, acelerando la adopción tecnológica a escala.
La tercera Exposición del Kiwi de China, celebrada en septiembre en Meixian, cerró acuerdos de 41.900 toneladas por más de 410 millones de yuanes, reflejo de una cadena más conectada al mercado. Qifeng, además, estableció una base de plantación en Chile para asegurar suministro anual y hoy exporta a 32 destinos, desde Canadá y Singapur hasta EAU, Rusia y Tailandia, además de abastecer al propio mercado chileno.
China está estandarizando calidad con visión de marca, data y postcosecha fina; esa combinación convierte al kiwi en un producto mucho más predecible en condición, con ventanas comerciales respaldadas por frío inteligente y protocolos “ready to eat”.
En un tablero global más competitivo, capturar valor exigirá responder con precisión a especificaciones de dulzor y firmeza, homogeneidad de calibres y programas de entrega sostenidos, diversificando riesgos y alineando el relato de origen con exigencias de inocuidad y sostenibilidad que hoy ya no son diferenciales, sino requisitos de entrada.


