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3 de noviembre de 2025 | 05:50De la abundancia al resultado: cómo capturar valor en campaña 2025/26 de palta peruana
Con diámetros entre 10–30 mm y vigor superior al de 24/25, se proyecta superar las 800 mil toneladas con precios en torno a US$ 1,6–1,7/kg; la clave será maximizar calibres C14–C22, elevar el exportable, asegurar materia seca ≥22%, planificar cosecha y mano de obra.
Por César Chávez, gerente de operaciones agrícolas (Perú).-
Actualmente, gran parte de la costa peruana presenta fruta con diámetros que oscilan entre los 10 mm y 30 mm aproximadamente. Es muy notorio y predecible que nuevamente tendremos un año ON (altos rendimientos), gracias a las bajas temperaturas registradas durante el invierno y la primavera.
De todas formas, los equipos técnicos deben mantenerse muy atentos a las variaciones entre los días calurosos y los días nublados.
¿Cuál es la diferencia respecto a la campaña anterior (2024–2025)?
En términos de temperatura, la variación es mínima. La principal diferencia se observa en el vigor de los árboles.
A inicios de la campaña 2024–2025, muchos proyectos comenzaban con plantas estresadas y con bajo vigor, producto de la campaña 2023–2024. En cambio, en la actualidad, la mayoría de los proyectos inician con buen vigor y un adecuado amarre de fruta, lo que permite proyectar producciones por encima de las 20 toneladas por hectárea.
Recomendaciones
Está claro que superaremos las 800 mil toneladas, y gran parte de ese volumen se cosechará en un periodo muy corto (abril – agosto). Los precios probablemente se mantendrán similares a la campaña recién concluida, alrededor de USD 1.6–1.7/kg.
Si bien la decisión más inmediata para enfrentar esta sobreoferta en un periodo tan breve y mejorar la rentabilidad del negocio es extender la cosecha (cosecha tardía); sin embargo, esta no debería ser la única alternativa.
Precisamente en los años ON es cuando se deben optimizar al máximo las capacidades técnicas para lograr el mayor porcentaje posible de calibres comerciales (C14 al C22), donde los retornos son más favorables.
Además, es clave elevar el porcentaje de fruta exportable, alcanzar buenos niveles nutricionales que garanticen una fruta viajera (por ejemplo, destino Asia), ampliar el abanico de destinos comerciales y optimizar los costos productivos.
Si finalmente la decisión corporativa es optar por una cosecha tardía, esta debe estar acompañada de un plan de fertilización diferenciado, un manejo sanitario adecuado, una gestión de la madera eficiente (poda) y una bioestimulación estratégica para reducir la alternancia productiva de la siguiente campaña.
Es importante recordar que, para esta campaña, el requisito mínimo de materia seca (MS) ha pasado de 21.5 % a 22 % como condición para iniciar la cosecha, lo cual representa un retraso de 1 a 2 semanas respecto al histórico.
Finalmente, los equipos deben establecer una estrategia de cosecha adecuada en cuanto a la disponibilidad de mano de obra, considerando que la cosecha de arándano ahora se traslapa con la de palta, y que para muchos colaboradores agrícolas el arándano resulta más atractivo por los beneficios que ofrece.


