Columna: Ser mujer en el agro, desafíos y oportunidades de hoy

Como mujer inmersa en el mundo agrícola, cada día es un desafío. El entorno, profundamente masculinizado y con tradiciones conservadoras, dice en su columna Sandra Zolezzi, la ex gerenta Colegio de Ingenieros Agrónomos de Chile.

Por Sandra Zolezzi Sánchez, ingeniera Agrónoma, delegada de la V región, AMAGRO A.G, ex Gerenta Colegio de Ingenieros Agrónomos de Chile.

Cada año, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer, se nos invita a reflexionar sobre el papel, los logros y los desafíos que enfrentan las mujeres en diferentes ámbitos de la vida. En el caso del agro, un sector tradicionalmente dominado por hombres, estas reflexiones adquieren una relevancia aún mayor.

Como mujer inmersa en el mundo agrícola, puedo afirmar que cada día es un desafío. El entorno, profundamente masculinizado y arraigado en tradiciones conservadoras, a menudo hace que nos sintamos minimizadas y relegadas a roles secundarios. Es común que se nos asigne tareas administrativas o de servicio, como llevar minutas, servir café o recordar horarios de reuniones, mientras que las decisiones importantes parecen reservadas exclusivamente para los hombres.

Sin embargo, no todo es adversidad. Existen personas que valoran nuestras contribuciones y reconocen que el trabajo en el agro es colaborativo y diverso. Es en esta colaboración donde radica nuestra fuerza, donde podemos empoderarnos mutuamente y crear un ambiente más equitativo y enriquecedor para todos.

Personalmente, formo parte de un grupo de mujeres que se ha unido bajo la bandera de la Asociación Gremial de Mujeres por el Agro (AMAGRO). En este espacio, encontramos apoyo mutuo, compartimos experiencias y nos esforzamos por potenciar el papel de la mujer en el mundo rural. Nuestra meta es clara: abrir camino, superar obstáculos y demostrar que las mujeres tienen un lugar legítimo en todos los aspectos del agro, desde la toma de decisiones hasta la innovación y el emprendimiento.

Pero más allá de nuestras acciones individuales, es fundamental que la sociedad en su conjunto reconozca y valore el papel de las mujeres en el agro. Detrás de cada proceso productivo, hay una persona con sus propias experiencias, habilidades y sueños. Es hora de dejar atrás los estereotipos y trabajar juntos para construir un sector agrícola más inclusivo y próspero para todos.

En este Día Internacional de la Mujer, reconozcamos los logros de las mujeres en el agro, pero también renovemos nuestro compromiso de derribar barreras y crear un futuro donde todas las mujeres, sin importar su entorno, puedan prosperar y hacer oír su voz. Es momento de sembrar la igualdad y cosechar un mundo más justo para todos.