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Por Redacción , 11 de junio de 2024 | 06:00Inteligencia Artificial: Camino inevitable y más presente en la inocuidad alimentaria
La IA llegó para quedarse y tiene la facultad de cambiar el proceso de producción de alimentos al reducir el error humano, aumentar los estándares de seguridad, automatizar tareas y mejorar la calidad del producto.
El Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos se celebró el 7 de junio de 2024, en el auditorio de la contraloría con el seminario “Inteligencia Artificial, desafíos de la producción alimentaria”, organizado por ACHIPIA.
La Inteligencia Artificial (IA) ha llegado para quedarse y tiene la facultad de cambiar el proceso de producción de alimentos al reducir el error humano, aumentar los estándares de seguridad, automatizar tareas y mejorar la calidad del producto. Puede ayudar a bajar la contaminación en la producción de alimentos, lo que finalmente significa tener un producto de mejor calidad, más seguro y controlar la perdida de alimentos. La Inteligencia Artificial acelera la innovación, permitiendo la creación de nuevos productos de forma rápida y la optimización de la cadena de suministro.
Con una asistencia de cerca de 150 personas provenientes de la academia, la industria y el sector público, y un promedio de 180 conectados online, ACHIPIA celebró el Día Mundial de la Inocuidad en el auditorio de la Contraloría con un seminario que se enfocó en la importancia que está tomando la IA en la industria de los alimentos, en específico, su aplicación en la disciplina de inocuidad y calidad alimentaria.
La bienvenida del seminario contó con las palabras de la subsecretaria de Agricultura, Ignacia Fernández; la jefa de la subdivisión de Políticas Públicas Saludables y Promocion de Salud (DIPOL), Camila Silva y el Secretario Ejecutivo de ACHIPIA, Diego Varela.
Carla Carrera, Asesora de Contenidos del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en expuso sobre la Política de Inteligencia Artificial en Chile y señaló que se trata de tecnologías que deben pasar por un proceso por donde se calibre la protección con la innovación. Para ello, dentro de su desarrollo se faculta a los organismos de la administración del Estado para diseñar espacios controlados que faciliten la prueba y la validación de sistemas innovadores de IA.
Juan Velásquez, profesor Titular de la Universidad de Chile, expuso sobre el marco ético de la inteligencia artificial, dando a conocer su funcionamiento de aprendizaje y razonamiento como un aporte o un beneficio vinculado a su buen uso y al manejo de los datos que ya ha sido utilizado de manera positiva en ámbitos vinculados a la salud como Kefuri, una herramienta tecnológica para aumentar la donación de órganos. “La IA está cambiando a la sociedad, esperamos que para bien. Su desarrollo y uso deben estar guiados por principios éticos, sólidos para maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos”, dijo.
Quincy Lissaur, director Ejecutivo de SSAFE; Erika Prieto, Líder en Inocuidad Alimentaria, Calidad y Regulación de Global Aqua Cargill y Nadia Khaled, jefa del departamento de inocuidad alimentaria digital de Nestlé, demostraron con sus exposiciones que la industria de alimentos puede, con ayuda de la Inteligencia Artificial, dilucidar en tiempo real la vida útil de los productos alimenticios, identificar a los clientes y hacer un correcto control de calidad y trazabilidad.
Finalmente, Eleonora Dupuoy, Oficial de la División de Food Safety de FAO, dio a conocer su experiencia en la intervención de la IA para la identificación de manera proactiva de riesgos de seguridad alimentaria y alerta temprana para automatizar y optimizar los procesos de inspección en la detección de contaminantes para conseguir una producción más segura y de alta calidad en la industria alimentaria.
En este Día Mundial de la Inocuidad Alimentaria, ACHIPIA estuvo inmersa en lo inesperado, en lo que puede o no pasar. El seminario “Inteligencia Artificial, desafíos de la producción alimentaria” demostró que el avance tecnológico cada día se hace más potente e inevitable. La IA está tomando fuerza y se hace imprescindible en los procesos de la vida diaria. La industria alimentaria no está ajena a eso.